No voy a cometer el error de generalizar, es decir, no voy a decir aquí que todos los franceses son unos idiotas, pero tampoco me da la gana de pasar por alto las gracias que al otro lado de los Pirineos se permitieron hacer con la integridad de nuestros deportistas.
Afirmar que el esfuerzo, dedicación, constancia y perseverancia de la que han hecho gala para llegar a ser los mejores no ha existido, sino que sus logros son fruto del dopaje es de una miseria moral que dan ganas de vomitar y azuza respuestas que hay que evitar so pena de caer en su misma bajeza.
Lo que tienen que hacer ahora nuestros deportistas es volver a Francia y volver a ganarlo todo. Nadal, el Garros; alguno de nuestros ciclistas, el Tour, y nuestros chicos de las motos, hacer otro triplete en Le Mans... ¡que les den!
"A los españoles les gusta renegar de su país y de sus instituciones, pero no permite que lo hagan los extranjeros." Napoleón Bonaparte
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