251.000 euros por la moto de Stoner.
El pasado fin de semana se celebró en Mónaco la mayor subasta de motos Ducati de la historia, procedentes de la colección Saltarelli, así como de motos oficiales de competición de la marca, entre las que se hallaban las Desmosedici de Stoner y Rossi.
El evento atrajo a clientes de 33 países diferentes, y la atracción fue tal, que un 34% de éstos nunca habían asistido a una puja de RM Auctions. Aunque la puja final alcanzada por algunos modelos fue realmente elevada, la nota predominante es que la gran mayoría de las 96 motos subastadas se quedó por debajo del precio de puja mínimo estimado, con lagunas excepciones notables como una MHR 900 de 1981, que superó el precio máximo estimado en 12.500 euros, o el de la 750 GT de 1971, que dobló el precio estimado de 15.000 euros, alcanzando los 38.025 euros. De las Ducati Desmosedici de Stoner y Rossi, de 2010 y 2011 respectivamente, se esperaba un precio final entre los 300 y los 350.000 euros, siendo finalmente de 251.550 euros por la GP10 CS1 y de 245.700 euros por la GP11 VR2.
La tercera moto más cara de la subasta fue una 750 200 Miglia Imola Corsa Réplica de 1972, que alcanzó los 70.200 euros y por la que se estimaba un precio entre los 80.000 y los 120.000 euros. 58.500 euros se pagaron por una 888 SBK Corsa de 1992 de Giancarlo Falappa y por una SS Corsa de 1974 la puja final fue de 40.950 euros.
Pero no todo fueron cifras tan desorbitadas, porque también hubo auténticas gangas, como los 585 euros que se pagaron por una Ducati 350 Supersport de 1992 o una Ducati 98 TL de 1954, o los 878 euros pagados por una Piuma 48 de 1962, o los 2.350 euros que alcanzó la puja de una increíble Pantah 500 de 1983.
Como curiosidades, una Scrambler de 350 de 1973 alcanzó los 9.360 euros, y una Mike Hailwood Réplica 900 de 1981, 12.870 euros.
Los modelos más codiciados fueron, de nuevo, los de competición, y es que, por ejemplo, a 750 200 Miglia subastada es una moto mítica, de la que no existen unidades en venta, una moto que Carlo Saltarelli fabricó a partir de un chasis oficial de fábrica y de recambios originales de la época, construyendo una moto igual a la que en manos de Paul Smart se impusiera en las 200 Millas de Imola de 1972. Y ya no digamos de las Desmosedici de MotoGP, piezas únicas...
